Tras la pérdida de un ser querido, tendremos que enfrentarnos a nuevos escenarios sin esa persona y también revisitar escenarios compartidos notando su ausencia. Es probable que aparezcan ganas de contarle cosas o ganas de abrazar a esa persona. Y también que tendamos a imaginar cómo sería si aún estuviese aquí.

Es probable que te resulten difíciles las primeras veces que se den fechas señaladas como las navidades, los cumpleaños, los aniversarios…Es normal que al inicio tiendas a evitar aquellas situaciones y objetos que te recuerden a la persona. Necesitas tu tiempo para poder ir exponiéndote a ello para que poco a poco puedas seguir recordándolo sin que duela tanto.

No hay un único proceso de duelo. Cada proceso es diferente según la persona que lo vive y es importante respetar nuestros ritmos y entender que no hay nada que “debas” sentir o hacer.

Puede que tengas sentimientos contradictorios hacia la persona que ha fallecido. Puede que aparezca tristeza, pero en ocasiones también alegría o sentimientos de alivio, etc. Cada duelo es diferente y varía en función de muchas cosas (las circunstancias en torno al fallecimiento, el vínculo que tuviéramos con esa persona, nuestra situación vital actual, nuestro carácter, nuestras dificultades, etc).

En cualquier caso, la pérdida de un ser querido implica poder ir contactando con una realidad que en ocasiones es dolorosa. Hasta que poco a poco el recuerdo no duela tanto. Esto no significará que estás olvidando a esa persona, sino que aprenderás a vivir con su ausencia.

Si crees que necesitas ayuda para transitar este proceso, estaremos encantados de poder acompañarte.

Elisabeth Kübler-Ross

"El amor que hemos sentido y el amor que hemos dado nunca se pierden."

¿Hablamos y vemos cómo podemos ayudarte?